Enseñar a leer y escribir a través de una pantalla

Sabemos que el rol de los profesores no ha sido sencillo este año. Han tenido que sacar toda su vocación a flote para mantener la educación de sus alumnos de la manera más óptima posible, aunque, muchas veces, los recursos no sean suficientes.

Ser profesor hoy en pandemia es una tarea difícil. Al igual que sus alumnos, varios han debido adaptarse a las nuevas tecnologías para aplicar esta desconocida “educación online” que poco a poco estamos integrando como sociedad.

Profesores realizan videos, clases online y llamadas telefónicas para continuar los aprendizajes.

Año perdido, año ganado, lo cierto es que dentro del grupo estudiantil que más se ha visto afectado por el tema de la pandemia del Covid-19, están aquellos niños y niñas que se encuentran en el proceso de lectoescritura, es decir, aquellos que este año deben aprender a leer y a escribir.

La Fundación Sara Raier de Rassmuss, fundada por Juan Enrique Rassmuss el año 2012, trabaja con el Programa Alfadeca, con el propósito de lograr que todos los alumnos y alumnas lean y escriban al finalizar el Primero Básico. Alfadeca, utiliza una metodología basada en evidencia científica que apoya directamente a docentes y directivos para desarrollar sus capacidades y mejorar sus prácticas educativas en lectoescritura. La Fundación imparte este Programa en 7 comunas del país, 26 escuelas, 41 salas y cerca de 1.200 niños y niñas de 1º y 2º básico.

Alfadeca, combina elementos visuales y auditivos, para que los niños y niñas aprendan las letras del abecedario y los sonidos de las palabras. Pero ¿cómo es enseñar este programa, que ya es desarrollado por estas 26 escuelas.

Francisco Montecinos, profesor de Educación Básica en la Escuela Paulo Freire de Cerro Navia, comenta al respecto: “Desde un principio lo tomé como una oportunidad nueva de aprendizaje, tanto para los estudiantes como para mí. Quise dar el enfoque a las tecnologías propias de la actualidad. Si nos ponemos a pensar, actualmente tenemos estudiantes muy visuales y activos frente a pantallas, pasan más horas en teléfonos móviles que leyendo un libro de papel. A raíz de eso dije «vamos, hay que hacerlo». Quizás esto es el inicio de un gran recurso de aprendizaje, pero en líneas generales, es un desafío que, pese a no ser sencillo, vale la pena aplicarlo en las salas de clases, como una nueva forma de enseñar”.

Elizabeth enseñando a través de un celular a una de sus alumnas

El profesor, asegura que, a pesar de los obstáculos que puedan presentar sus alumnos por encontrarse en hogares vulnerables, que en muchos casos significa no tener una buena conexión de Internet, no tener un adulto que pueda guiarlos o no tener un computador para hacer mejor las clases, han tomado este desafío de manera muy positiva, aprendiendo a familiarizarse con esta nueva metodología de trabajo, lo que les ha traído resultados muy positivos. La herramienta que más utilizan es Whatsapp, aunque también a veces recurren a otras plataformas como Zoom e Instagram.

Por su parte, Elizabeth Arratia, asistente de aula de la Escuela María Luisa Bombal, también de Cerro Navia, cuenta que lo primero que hizo para hacer efectivo Alfadeca, fue llevarse todos los materiales de apoyo del programa de la escuela a su casa (letras movibles, pizarra individual, pasos de lectura, etc.) porque los considera fundamentales para poder trabajar con sus alumnos. “La reacción de los niños -de Primero Básico- fue muy inesperada, todo lo que estaba ocurriendo no lo entendían muy bien, ellos querían ir a la escuela, jugar con sus compañeros, compartir, estar con la profesora Dafne y la tía Eli”, haciendo hincapié a que los niños necesitan validarse socialmente frente a sus compañeros de clase, profesores y padres, por lo que esta situación de encierro y cuarentenas prolongadas no resultan ser el escenario más adecuado en lo académico, apelando, además, a la importancia del factor emocional.

En este contexto, también hay momentos para las risas. Ambos trabajadores de la educación comentan que han tenido situaciones muy divertidas mientras desarrollan sus clases; personas que aparecen tras ellos y se quedan observando la dinámica o niños que presentan a su familia por la cámara. Lo cierto es, que todo se realiza en un entorno participativo y con instancias que combinan lo emocional con lo pedagógico.

Las familias envían evidencia de los aprendizajes de manera semanal.

No es fácil enseñarles a los niños a leer y a escribir, menos en un contexto en donde todo es nuevo y difícil para ellos. Y esto también se refleja en sus profesores y asistentes de aula, quienes han debido, entre otras cosas, mantener un control entre los aprendizajes y la socio-afectividad de los niños y también enseñarles técnicas pedagógicas a los apoderados para que puedan guiar y supervisar el trabajo de ellos en casa. “Al realizar una retroalimentación personalizada, los estudiantes escuchan atentos sus correcciones. Ahora, si lo llevamos al plano de nuestras reuniones zoom, de a poco hemos ido trabajando con los turnos de habla y el respeto por los compañeros”, aclara el docente de Cerro Navia.

“El método Alfadeca nos ayuda mucho en los procesos de nuestros niños, nosotros llevamos tres años trabajando con la Fundación. Los niños a los que les hago las clases online ya están leyendo con los pasos que hemos visto y tareas lúdicas relacionadas con las letras que estamos trabajando. Cada uno tiene su avance personal, las clases son individuales y me tienen muy contenta sus logros, como a ellos les sorprende ver que están leyendo de verdad, ver sus caritas de emoción es muy gratificante, porque a ellos les ha costado, pero ahora lo están logrando”, cuenta satisfecha Elizabeth, a la que agrega “hacer las clases a través del juego, adivinanzas con las letras, jugar a leer con otorgamiento de puntajes para que se motiven. Una vez me maquille de muñeca y a veces les muestro a mis amigos títeres”.

“Pese a que ha funcionado, la educación online es una tecnología a la que hay que hacerle seguimiento y ver los resultados a largo plazo y, sobre todo, en condiciones normales”, finaliza Francisco.

Alfadeca TV

En Chile, el 60% de los estudiantes de segundo básico no logra niveles de aprendizaje adecuados en lectura. Es más, 158 mil estudiantes no leen ni escriben al terminar primero básico y cerca del 58% no comprende lo que lee llegando a cuarto básico, según cifras de la Agencia de Calidad de la Educación (Estudio Nacional de Lectura 2º básico, 2017).

Dado a la emergencia sanitaria – que llevó entre otras cosas a suspender las clases presenciales – la Fundación Sara Raier de Rassmuss adaptó su contenido a diversos formatos creando AlfadecaTV.

El programa debutó como parte del contenido educativo que Canal 13 aportó para la franja de TVEducaChile. Se trata de 33 capítulos de 10 minutos cada uno – con la animación de Punkrobot Studios, reconocidos por ganar un Oscar el año 2016 por “Historia de un Oso”- enfocados en enseñar a leer y escribir todas las letras del abecedario, sobre todo a aquellos estudiantes que actualmente no tienen una conexión a Internet. Los capítulos se emiten los días lunes, miércoles y viernes a las 10:00 con repetición a las 16:00 horas.