Paloma Miranda es psicopedagoga y se ha perfeccionado en el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), propuesta pedagógica que promueve la educación desde distintos tipos de aprendizaje y la diversidad existente en la sala de clases. Actualmente, Paloma es asistente de aula en la Escuela Mustafa Kemal Atatürk (Lo Prado) y conversamos con ella sobre su trabajo en la sala y el uso que le da a las herramientas del programa Alfadeca.
¿Cómo ha sido tu primer año trabajando en el colegio ?
Ha sido súper bueno el primer año acá. Hay un excelente trato y un ambiente respetuoso y empático. En cuanto al rol dentro de la sala, nosotras trabajamos con los niños y niñas que tienen más dificultades, utilizamos las estrategias que tiene el programa Alfadeca y su material. Si hay niños que tienen muchas dificultades, que tienen necesidad educativa permanente, problemas o dificultades intelectuales, les damos una ayuda más personalizada.
O sea que van siguiendo todos los pasos que tiene el programa en sí. Conversando con directivos del establecimiento, nos han contado que la escuela tiene muy buenos resultados en relación al Programa, ¿Qué opinas tú sobre esto?
La verdad es que el programa ha tenido muy buenos resultados. Al principio nos costó, pero luego de algunas semanas, comenzamos a trabajar de lleno con el libro y eso fue mejorando los resultados. Igual utilizamos otras estrategias complementarias, apuntando también a todos los ritmos de aprendizaje y los estilos de aprendizaje.
¿Y desde la psicopedagogía, cómo aportas tú para que se pueda cumplir a cabalidad el aprendizaje de las niñas y niños?
Yo, por ejemplo, trabajo con los estudiantes que tienen más dificultades, que no trabajan solos, que necesitan a una persona que esté constantemente con ellos. Generalmente yo me siento con ellos y trabajamos en el libro juntos, no solo en lenguaje, también matemáticas… cuando no están las tías del PIE. De esa forma los apoyo, ver por ejemplo si algún niño tiene más dificultades al hacer la tarea, trato de modelar el ejercicio solicitado para facilitarlo.
¿Y qué desafíos crees que tiene esta generación de primero básico con la que trabajas actualmente?
Hay cosas que se deben mejorar. Por ejemplo a veces no hay mucho apoyo en la casa y hay muchas dificultades de aprendizaje. Además, a veces cuesta mucho mantener la atención de los alumnos en la sala. También existe ausentismo, hay estudiantes que de repente igual pueden dar mucho, que no tienen mayores dificultades, pero lamentablemente faltan a clases. De todas formas igual contamos con una gran cantidad de niños y niñas que saben mucho y que han avanzado bastante durante este año.
Se podría decir que esta generación de primero básico llegará a conseguir los objetivos que se tienen para fines de año, que todos temrinen leyendo y escribiendo…
En general sí, la mayoría ya lee. Por ejemplo si son 39, 35 que estén leyendo, siento que es un gran logro. Nos enorgullece mucho cuando ellos están leyendo, que han ido aprendiendo cosas que no sabían, considerando que primero básico es una etapa de mucho esfuerzo por parte de los niños y del apoyo que reciban.
Paloma, ¿qué es lo que te motiva día a día a seguir haciendo esto?
Creo que es el cariño que recibo por parte de los niños. Es un trabajo con muchas responsabilidades, hay que estar atenta siempre porque trabajar con personas no es una tarea fácil, pero yo creo que el tremendo cariño de los niños es lo que a una la motiva a seguir. En definitiva es lo más gratificante.